En este artículo, responderé un aspecto que ya me han resaltado algunos lectores. El por qué abarco varias temáticas en mis obras. Hay escritores que crean sólo ficción, y otros que crean sólo obras no ficticias de autoayuda o alguna investigación. Pero no es imposible dedicarse a ambas cosas cuando uno tiene muchos gustos, o ciertos conocimientos que bien puede compartir con los demás.
Me han dicho que mis obras, en general, demuestran como múltiples caras. Algunos tal vez piensen que deseo abarcar varias temáticas con el sólo objetivo de producir ventas, pero nada más lejos de la verdad. Crear diferentes obras de ficción, puede tener su origen en la gran imaginación que posee cierto autor; pero, diferentes temáticas de autoayuda, algunos ven como algo sospechoso, con un interés meramente monetario.
En mi caso, sin embargo, podría decirse que poseo diferentes aspectos y gustos desde mi niñez, dedicándoles cierto tiempo a cada uno. Lo que hoy hago, es simplemente aunar en ciertas obras las investigaciones que hice en un momento dado de mi vida, o el gusto que tengo hacia ciertas cosas.
Por ejemplo, no es que yo vea que mucha gente quiere bajar de peso, por lo cual decida escribir un libro de cómo bajar de peso, sino que yo mismo estando en sobrepeso apliqué ciertas costumbres que me ayudaron a perder peso, lo cual lo plasmé en una obra corta por si a alguien más le sirve lo que a mí me sirvió (véase Endomorfo).
Por su lado, hay mucha gente que se aprovecha de la obesidad en aumento cada vez más, creando constantemente productos para vender y ganar, gracias a la desesperación de otros. Esto último no es mi caso.
Hay muchos que quieren escribir su propio libro. ¿Acaso por eso creé un libro sobre ello? No, los pasos que yo sigo para escribir un libro, los tenía anotados y esclarecidos en una lista, y luego lo único que hice fue plasmar eso en una obra, por si, nuevamente, hay alguien a quien le sirva eso (ver Escribe tu propio libro).
Mas he visto que hay escritores que se dedican a enseñar a escribir, dar constantes consejos, y al final inducir a que le paguen para un “asesoramiento personalizado” sobre edición y demás aspectos que tienen que ver con escribir un libro, como el diseño de portada y demás. Es decir, hacen algo y con ello enseñan a otros a que sepan hacer ese algo.
De esta manera, y sólo usando los dos ejemplos anteriores que di, las obras de autoayuda que hago ciertamente son cosas que a mí mismo me han servido en cierto momento dado, y que simplemente las comparto con los demás. El objetivo no es crear “tutoriales” por escrito, sino más bien compartir experiencias que bien a otra persona podría serle útil. Estoy trabajando en estas cosas, y seguiré produciendo cosas similares, a la par que escribo ficción que tanto me gusta.
Por tanto, aunque hay quien crea que soy un oportunista, sé que algunos me ven más bien como una persona multifacética que sólo comparte su conocimiento.
Alexander L. Samaniego
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